(El siguiente testimonio nos lo envió un cliente que tuvo que mudarse a
Alemania por cuestiones de trabajo. Esperemos que os guste). Llevaba ya
unos meses pensando que tenía que cambiar el chip, que debía hacer algo
para intentar salir de la dinámica negativa en la que me hallaba
inserto. Os explico: soy Ingeniero Industrial y, a pesar de lo que se
pueda pensar, no tenía visos de encontrar un trabajo en nuestro país, al
menos en el medio plazo. La angustia que se produce cuando ocurre esta
situación es muy difícil de explicar y de sobrellevar. Solamente os diré
que por la cabeza se me pasaban multitud de cuestiones poco agradables.
Sin embargo mi suerte cambió cuando accedí a un portal de trabajo en
Internet que ofrecía diversas ofertas en el extranjero. Una de ellas me
llamó mucho la atención porque se trataba de un puesto acorde con mi
formación y que, además, se encontraba en Alemania, en concreto en
Berlín. Debido a diversas cuestiones académicas tenía un conocimiento
más o menos adecuado de la lengua germana, así que no me lo pensé dos
veces y me postulé como candidato, la verdad con pocas expectativas de
ser llamado… Lo que terminó por ser incierto, ya que me citaron para una
primera entrevista en España y para otra posterior en la capital
alemana, tras la cual fui contratado. Al fin tenía un trabajo. Quizá se
pueda pensar en la enorme alegría que supuso para mí esta cuestión. Por
descontado me sentí muy realizado, pero cuando pensé en la enorme
cantidad de trozos de mi vida que tenía que llevarme conmigo se me cayó
el alma al suelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario